viernes, 23 de noviembre de 2012

Cena de antiguos alumnos


He recibido un e-mail.

Buenas!!!!
De nuevo contacto con vosotros y por lo mismo que la otra vez. Se está organizando otra cena de antiguos alumnos y a mi particularmente me gustaría veros. Es el día 1 de diciembre en el grñlpux (Hytxk). Sé que os aviso con poco tiempo de antelación aunque... nunca es tarde si la cita es buena!!!
Decidme algo en cuanto os sea posible.
Un besazo
Xx


Y he respondido así:


Hola, Xx..
Me será muy difícil acudir a la cena de antiguos alumnos.
Tengo motivos poderosísimos que muy probablemente me impidan acudir al evento.

En primer lugar, he de decir que la vida me ha tratado fatal, dejando graves marcas en mi cara y en mi maltrecho cuerpo. No, no se trata de ningún accidente provocado por componentes químicos chungos como ácido o algo peor; se trata de las huellas que los sinsabores cotidianos han ido marcando en mí, como aquella vez que me pedí una crema de calabacín en un restaurante de Segovia y... puaj, qué asco, aquello no había quien lo deglutiera. Se me quedó la cara así, torcida.

También pesa el hecho de que desplazarme me cuesta un montón. Con mis aproximadamente 250 kilos de carnes, los pocos viajes que hago (rodando) son de la cama a la nevera, ida y vuelta. Se me queda el pijama lleno de pelusas. Además, vivo un poco retirado.

Luego está el hecho comparativo. Mientras que vosotros, sin duda, nadaréis en la abundancia, con casa propia, coche, retoños y un sinfín de fuentes de felicidad, yo tengo una espumadera de plástico que me compré el otro día en un bazar chino. ¿Cómo me voy a presentar así?

Por último, fuentes cercanas me informaron en su momento que la mayoría de vosotros no me recordáis, lo cual es bastante normal y de hecho, me libera del peso de la curiosidad ajena pero a la vez me recuerda que mi época escolar no fue feliz (eso ha enriquecido a un montón de psicólogos y me ha dejado a mí al borde de la pernoctación en cajeros automáticos) y no quisiera yo llegar allí para tener que explicar a todo el mundo quién porras soy y tal. Y es que habrá mucha gente.
Es timidez, soy muy tímido y aunque no enrojezco - por una curiosa incapacidad cutánea - sí que lo paso fatal por dentro, con temblores de rodillas y taquicardias esporádicas.

Muchas gracias por invitarme y te ruego que traslades mis respetos y reconocimiento a todos los compañeros. Yo os tengo muy presentes a todos.

De todas formas, no descarto totalmente presentarme para los cafés. Si estoy un poco borracho y os beso y os abrazo demasiado, decidle al del restaurante quién soy, me temo que ya sabe cómo echarme del local utilizando el siempre efectivo método de la patada en la espalda.

Un abrazo.


Ahora pienso, ¿lo hago? ¿me bebo cuatro o cinco birras y voy a la cena? ¿Me acompaña alguien a quien pueda presentar como “mi amada esposa” o “mi maridito”? No sé. Es tentador.

17 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo.
    Las "pijas" cenas de antiguos alumnos, de lo que sea, sólo son un invento de aquellos a los que les da la impresión(a ellos) que les "ha ido bien en la vida"; normalmente aquellos cotillas y aparentones a los que les interesa "el qué dirán", bla, bla...
    Nunca me gustaron las cenas o "quedadas", "reuniones", "xuntazas", de ningún tipo de "antiguos..." Si deseo quedar con un viejo amigo(S), independientemente de cómo le haya ido en la vida, lo llamo y cenamos una buena mariscada "galaicorríasbaixas", en nuestros lugares habituales...
    Por supuesto yo hubiera añadido algo más crudo a esa excusa...jeje y bien directo, sin hipocresías ni “tontás”.
    [Las letras y los números fastidian un poco]
    Breves saludos
    Dl•Sr.P

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    1. Vale, si las letras y los números son lo que yo creo que son, me pondré a ello. A ver cómo.

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  2. Ya, tiene usted muchísima razón en lo de ser más directo, pero es que yo no tengo nada de tacto. O digo lo que digo, o me pongo a llorar y gritar "malditos hijos de una serpiente con mil cabezas, arruinasteis mi infancia!! arruinasteis mi vida!! malditos!! malditos!!!".. y claro, no sé, a lo peor no me vuelven a escribir nunca más. Con lo que me gusta contestarles (ya es la segunda vez que me excuso de una manera similar). Creo que en el fondo, estoy deseando que me reclamen una y mil veces, para una y mil veces repetirles que NO. Es que soy un exhibicionista.

    Quién fuera viejo amigo(S) suyo para disfrutar de un galaicomariscadarríasbaixismo, oiga!

    Un abrazo.

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  3. ufff, yo fui a una una vez, pensando que me reiría ... y fue muy deprimente. Fue una reunión de tristes (los otros, claro, yo no, que soy unas castañuelas ;-)) con lo que no tienes absolutamente nada en común más allá de comentar las cuatro anécdotas monjiles y algún viaje de final de curso. Para los cafés ya estás mirando al techo, o al reloj mientras urdes interiormente una excusa creíble -o no, qué más da- para poder largarte de allí ipsofactamente.

    Lo único divertido es que puedes observar cómo la buenorra que te hacía mohínes de desprecio en BUP, ahora pesa 50 kilos más y está casada con un comercial que le ha hecho 4 chiquillos...

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    1. Es verdad, Salamandra, sí que debe estar bien ver la degradación de aquellas futuras malas mujeres que me ignoraban - cuando no despreciaban directamente - y suspiraban por el niño guapo, alto y gran gimnasta que además no era mal estudiante. Pero lo mejor es ver cómo ese niño ha ganado toneladas, ha perdido todo el pelo y además se le ha caído la mandíbula inferior hasta la altura del pecho. ¡Venganza!.

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  4. ...Eso le pasa por buenorra a esa edad...jjajaj...
    No hay nada como una buena madura que alcance su edad adecuada. Dejémonos de antiguos alumnos y pasemos a las nuevas cargas renovando amigos por doquier, independientemente de independencias...
    Me gusta lo de monjiles ¿Por qué no, también, "seminariles"?
    Eso
    d:D´

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    1. Lo malo es aquellas que estaban buenorras y ahora, veinte años después, ¡siguen buenorras! Que eso existe, que lo sé yo.
      No acabo de entender la necesidad de recuperar contactos perdidos. Si se perdieron, por algo sería. Yo creo que se llevaban muy bien y que tuvieron una infancia dichosa. Malditos todos.

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  5. Yo me escaqueo de todas, poseo el arte del "hacermelatontaylejana" y me funciona.
    Las anécdotas monjiles dan mucho de sí, podemos estarnos horas taladrando, pero las seminariles....madre mía, esas deben ser lo más truculento que existe.

    Yo em animo a ir contigo si nos disfrazamos de Morticia y Gómez, pero Gómez soy yo...¿hace?.

    Kissessssss.

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    1. Muy adecuado, Sinco, porque me acabo de desbarbar (Espero que no te hayas dejado bigote tú) Sólo me haría falta una peluca, unos tacones y unas ojeras. Bueno, no, de eso último ando sobrado.
      Además, te podría dejar el peso de las presentaciones y la conversación a ti. Yo puedo adoptar una pose silenciosa y misteriosa, mirándote con admiración y respeto.
      Besotesssss.

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  6. ...jajaaaaa, admiten carabinas y escopetas...nacionales
    D´Breves? Pues, entonces,no doncuzcas
    :]

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    1. Hombre, ir armado tampoco estaría mal, pero esperaré a estar desquiciado del todo. Tampoco me falta tanto.

      (Ahora sé que el FBI está vigilando mi IP)

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  7. Ve a la cena, llévate un sobrino de quince años y preséntalo como tu novio. Si eso no les hace caerse de culo es que tienen roña en sus armarios para reventar.

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    1. Y durante la cena, sólo tener ojos para la criatura y llenarle el vaso con vino una y otra vez.
      Lo peor es que me temo que alguno me envidiaría. En silencio, claro.

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  8. ¿Te impotaría mucho si la próxima vez que reciba una de ésas invitaciones directamente corto y pego lo que has escrito?

    Memorable, si señor.

    Un saludo

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    1. Podemos hacer otra cosa: si te invitan a ti, voy yo y se mi invitan a mí, vas tú.
      Sembrando el desconcierto.

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    2. Eso sería el no va más. Ya me veo dando explicaciones sobre el cambio de sexo.

      Un saludo

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