viernes, 18 de septiembre de 2015

Apunte: idea genial de hoy

A veces tengo ideas realmente geniales, pero se me suelen olvidar.

Por eso hoy se me ha ocurrido apuntar aquí la cosa que he pensado y de esta manera no se me olvidará nunca jamás.
Atentos todos. La idea se titula (sí, las ideas se titulan) ... "Hora Global"

Esto se me ocurrió a raíz de un viaje a Canadá que nunca realicé pero que planeé concienzudamente buscando muchas fotos y videos de Bianca Beauchamp en internet.

Uno de los problemas con los que me encontré en mi investigación fue que por lo visto hay mucha gente que conoce a Bianca Beauchamp y eso me resta posibilidades de convertirme en el padre de sus conejitos.
De todas maneras, yo no quería hablar de esto. Yo he venido aquí a apuntar mi idea.
Vuelvo a encauzar el asunto:
Uno de los problemas con los que me encontré en mi investigación fue que por lo visto cuando aquí es de noche, allí es de día, o al revés, y además no siempre; depende de la hora.

La hora. Ahí está el tema.

Imaginemos que viajo a Shellbrook, Canadá y que envío un mensaje de whatsapp a mi señora madre diciéndole que le llamo a las siete de la tarde. La pregunta inmediata que recibiría, supongo, sería "¿A tus siete o a mis siete?". Esto sin duda daría lugar a equívocos parecidos a los que se generan cuando alguien te dice "Tú eres tú y yo soy yo, ¿quién es más tonto de los dos?"
Son situaciones confusas en las que al final, siempre, el tonto acabo siendo yo. Y eso no me gusta. No me gusta nada.

Por lo tanto, y a modo de conclusión final, se me ha ocurrido que los grandes magnates mundiales deberían reunirse en uno de sus castillos y jugarse a suertes - o a pelea - qué país es el que da el referente de la hora, de manera que el resto de estados la acepten como Hora Global y que sea ésta la que mande.
Así, acabaríamos con la tontería de a.m. (antes de mejillones [vermut]) y p.m. (pre-resopón) y pasaríamos a establecer como estándar único la nomenclatura horaria de veinticuatro horas y la misma para todo el mundo.
De esta manera y como ejemplo, las diecinueve horas sería media tarde en Marlboro Township y más de medianoche en Zamora. Sería solamente cuestión de acostumbrarse a, tal vez, desayunar a las veintiuna horas, ver anochecer a las ocho horas y eso sí, cambiar los rótulos que informan del horario de apertura de las tiendas. Esto es bueno para las personas que se dedican a poner rótulos en los sitios. Creamos negocio. Movemos capital. Grandes ideas. ¡Progreso!

También serviría para acabar con excusas tontas cuando tu novio se va a estudiar a Argentina y uno de los dos no ha abierto el skype a las tres de la tarde porque se ha hecho un lío sumando o restando horas o porque no le había quedado claro si eran tus tres o sus tres. Por otra parte... ¿estudiar a Argentina? Si querías estar lejos de mí, haberte inventado algo mejor. Ahora me siento sola. Esta tarde he quedado con Javi, tu amigo. A ver qué pasa.

Igual no es tan buena idea. Pero aquí queda recogida. Si alguien se adueña de ella y se hace rico y famoso, le digo: Yo soy yo y tú eres tú, ¿quién es más tonto de los dos?
Yo, claro.