Eso es lo que a muchos
de vosotros os gustaría, ¿eh?
Ya sé que estáis ahí, agazapados,
esperando que cierre el blog, que anule mi cuenta, que mediante la medicación
adecuada olvide todas las contraseñas, que empiece a estudiar para hacer
oposiciones a notario y que tras el predecible fracaso acabe cobrando un sueldo
miserable en Supermercados Méndez reponiendo botes de tomate frito y ayudando a
señoras bajitas a coger productos de limpieza del tercer estante mientras me
insultan porque al ser aun más bajito que ellas intento encaramarme a sus
hombros con unas botas de escalar que me dejó mi primo.
Todo eso por envidia y por MIEDO.
Hablando de miedo, vaya tormenta el
viernes pasado. ¡Qué truenazos!
No pienso ceder a las presiones. Esto no
se cierra, porque no estaba muerto, sólo estaba de parranda. Que tiemblen los
estamentos oficiales, los cuerpos de seguridad del estado, el fbi, la interpol,
la europol y la newpol; que se vayan preparando los burócratas chupatintas y
los presentadores de televisión engominados. Se prevén dimisiones en masa,
suicidios colectivos y depresiones generales porque una gruesa y espesa capa de
Crema de Calabacín va a cubrir el mundo.
(si se lee en voz
alta, reírse aquí siniestramente e in crescendo)
Se acabó ya tanta tontería, copón.